En una finca clásica del Eixample barcelonés, trabajamos en una vivienda donde los propietarios han querido mantener los falsos techos moldurados y la carpinteria actual, tanto exterior (balconeras) , como interior (puertas de paso).
La vivienda tenia una distribución clásica, con el domitorio principal ubicado a continuación del salón, en la fachada principal.
Se decidió modificar la distribución para convertir salón, comedor y cocina en un único ambito/espacio, colocándose una tarima de madera para todo el espacio y el detalle del pavimento hidráulico para la zona de cocina.
Distribución de los elementos en la cocina
La distribución es muy funcional, aprovechando la pared del fondo para armarios columna, con el frigorífico, el horno, la caldera que queda escondida dentro de uno de los muebles, la despensa y la zona de aguas.
La zona de cocción se ubica en una gran isla de trabajo, que, por su gran tamaño, también sirve para comidas informales, desayunos y cenas rápidas.
Las lámparas y los taburetes ‘vintage’, especialmente decorativos, fueron adquiridos por los propietarios.
El mueble de cocina
Mobiliario de estética minimal, con acabado en material laminado Extra-mate, y tirador del tipo Gola empotrada en el mueble a la cual se le ha dado el acabado del mismo color que las puertas de los muebles para una perfecta integración. El conjunto combina a la perfección con el estilo tan actual que los propietarios han dado a la vivienda.
